martes, 18 de marzo de 2014

Trescientos sesenta y cinco (y ni uno más).

Tres seis cinco y ni uno más.¿Qué decirte a ti? Has sido mi hermano, mi apoyo, el pilar mas fundamental de mi vida, esa persona que me lo ha dado todo cuando no tenía nada, que me ha hecho resurgir de mis cenizas, que me ha ayudado y sacado las sonrisas que nadie podía sacarme; has sido tú. Ahora, trescientos sesenta y cinco días después de habernos conocido toca decir adiós. Las cosas no han ido como nosotros esperábamos porque imaginábamos pasar el resto de nuestra vida juntos, que nuestros hijos se conociesen...No sé, tú sabes de qué hablo. Y me encuentro, pues, no sé, tampoco sé bien qué decir al respecto.
Siento un vacío en el pecho increíble. Siento como que una parte de mí se ha ido y no piensa volver a mí. Tampoco puedo quejarme pero siempre, siempre, siempre estará ese hueco: la mitad de mi corazón. Esa parte siempre la vas a tener tú porque dudo que después de un año encuentre una persona que me complemente como has hecho tú, pero todo lo que empieza acaba y cuanto más subes, más duele al caer. Las cosas no están de nuestra parte en este momento y no creo que lo vuelvan a estar. Tú tienes cosas en tu forma de ser que me molestan, que pueden conmigo. Esas pequeñas cosas se convierten en un cúmulo y ese cúmulo acaba explotando; no puedes más y entonces es cuando tienes que decir adiós.
Hay cosas que de verdad no funcionan y por mucho empeño que le pongas no vuelven a ser lo que eran.

domingo, 2 de marzo de 2014

Cosas que deberías saber...

Quiero que sepas antes que te vayas (y no vuelva a saber de ti)  que cada vez que te vas, cada vez que te montas en ese tren que te aleja de mí, te aleja también de esta ciudad; nos aleja. Quiero que sepas y tengas claro que cada vez que nos separamos una parte de mí siempre viaja contigo.

In-toxicada.

Donde quiera que estés, donde quiera que te encuentres, allá donde tus pasos te alejen de mí te deseo suerte. Vas a necesitarla porque sé que algún día te vas a levantar y vas a echar de menos que haya una persona en el mundo a la que la interesen todas tus aventuras de los partidos del domingo por la tarde.
Me acostaba pensando en el resto de mi vida a tu lado y a día de hoy deseo con todas mis ganas no volverte a tener. Has sido mi relación más tóxica. Estoy intoxicada.
Esto tuvo que haber acabado hace mucho más tiempo y quizás lo que faltó fue verlo desde fuera y darse cuenta de que cuando no se puede, no se puede. Fueron más de quinientos días de lágrimas y unas cuantas  sonrisas pero las cosas andaban muy torcidas. Qué tozudo es el ser humano con equivocarse, tropezar con la piedra y no ser capaz de levantarse.
Un día te levantas y no puedes más. Tratas de huir; irte lejos, muy lejos. Quieres desintoxicarte y salir de "ese mundo". Todas las cosas acaban y no importa el tiempo perdido ni los errores. No pierdas la sonrisa porque ahí fuera no hay nadie que se lo merezca.