viernes, 29 de noviembre de 2013

Te quiero, hijo de puta.

Enamorada de tus caras largas cuando no todo va bien, las sonrisas que se escapan entre nuestros besos, experta en reconocer tu olor entre un millón, echarte de menos a 21centímetros de mí, fan incondicional de esas palabras que solo tú dices y que solo ellas me calman. Afortunada por tenerte y de entre millones de personas ser la única. Que nos inventen ya mismo una palabra nueva para medir el volumen de nuestro amor o vamos a acabar por joder los índices de felicidad por nuestra propia cuenta.
Espero que no dejes de comerme nunca la boca y que sigas siendo tú con esas ganas... ¡TE QUIERO! (Siempre lo haré.)
(...) Por muy hija de puta que sea contigo sé que si te pierdo me muero. Te quiero como nunca antes he querido a nadie.

Terremoto de escala 21.

Eres un terremoto y nuestro amor es el epicentro. ¿Cómo asumir que eres la persona más importante de mi vida y que no quiero que dejes de serlo jamás?